
No se puede borrar de un plumazo lo que ha caracterizado a la contienda, primero con la duración excesiva de las campañas, una precampaña no regulada, declaraciones pintorescas, un organismo electoral tibio, spots y más spots que no dicen nada, dinero tirado a la basura. Es poco factible que el debate modifique sustancialmente las percepciones de los electores, ya que no aportará suficientes elementos para tomar o cambiar una decisión.
Es de esperar que Felipe Calderón, del PAN, intente consolidar su pequeña ventaja sobre Andrés Manuel López Obrador, y que para ello recurra a lo mejor del repertorio que ha exhibido durante los últimos meses. Probablemente hará alguna revelación escandalosa. También se asegurará de presentarse como un candidato victorioso, como un hombre de ideas claras y de proyectos realistas, en fin, como un hombre que llevará al país al desarrollo, y que realizará el cambio prometido en el 2000. El deslinde con Fox será fundamental.
Por su parte, el candidato de
Ahora, el candidato del PRI, Roberto Madrazo, tiene frente a sí la más reciente encuesta de María de las Heras, que lo mete de lleno a la pugna por la presidencia, cuando los demás estudios demoscópicos lo daban por muerto. Ante un escenario como el descrito, es previsible que Madrazo enfoque su energía en presentarse como una tercera alternativa, frente a las luchas intestinas entre el PAN y
A lo anterior hay que sumar el nivel de penetración que consiga el programa, ya que, en México, estos ejercicios no suelen despertar el interés de la población, harta de la política y de los políticos. Por todo ello, no es descabellado mostrarse escéptico sobre la influencia que pueda tener el debate en las preferencias electorales. Lo descabellado, en cambio, sería que ésta fuera grande, porque indicaría que en el país el voto aún no es producto de una reflexión profunda, de un conocimiento de la historia y trayectoria de cada candidato, de una evaluación de sus propuestas, sino de una serie de factores intrascendentes, por decir lo menos. Lujo, que la sociedad ya no se debería permitir. Sin embargo, eso está por verse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario